martes, 7 de junio de 2011

POBRES IGNORANTES

La mejor forma en la que uno puede garantizarse dinero fácil con una apuesta hoy en día, sería apostar alguna jugosa cantidad a que una película de Woody Allen comenzará con unos créditos en letras blancas sobre fondo negro, mientras de fondo se oye música de un clarinete o un saxo tenor. Llegados hasta este punto, las similitudes y repeticiones se han acabado, ya que consigue que cada película que engendra sea diferente pero con un marcado estilo.


Dejemos que los pobre ignorantes de allén de los mares sigan vanagloriando Vin Diesels y olvidándose de los que deberían de ser verdaderas estrellas, no es su primera vez, si no que le pregunten a un tal Hitchcock. Sin miedo a equivocarme puedo afirmar que gracias a estos, el cine es un arte.


Pero por no ver pajas en ojos ajenos y olvidarnos de las vigas en el propio, decir que también existen pobres ignorantes de este lado, sin ir más lejos, todos podremos decir en menos de un segundo el nombre de quien le tocó la chorra a un torero, pero la mayoría no podremos decir sin acudir a Wikipedia el nombre del científico español que secuenció el genoma humano.


La peli con la que Woody Allen nos deleita este año es “Midnight in Paris” (2.011, Woody Allen). Se trata de una comedia surrealista en la que un escritor frustrado por su éxito banal como guionista de Holliwood, encuentra una vía de escape e inspiración en la medianoche parisina, que lo lleva a alternar con todos sus ídolos en el lugar exacto donde siempre creyó querer estar.




Para los que digan que las películas de Woody Allen son siempre iguales, los retaría a encontrar puntos en común entre este “Midnight in Paris” y “Matchpoint”, por poner un ejemplo.

Por destacar algo en particular, creo que Allen ha encontrado su alter-ego perfecto en Owen Wilson, y eso que no es santo de mi devoción. Además el carrusel de genios del siglo pasado que circula por la película es glorioso, especialmente un Adrian Brody que, aunque efímero en metraje es de lo mejor de la peli.

Por todo ello, dejemos que otros se regocijen en su propia ignorancia, mientras nosotros tratamos de sacudirnos de encima parte de la propia.

PRETENCIOSAMENTE VUESTRO
PITUFO FILÓSOFO

2 comentarios:

noa dijo...

La verdad es que mereció la pena el viaje de hora y media, entre idas y venidas, para ver la pelicula, y pese al poco cariño que le tengo a Owen Wilson, he de decir que está perfecto en el papel.
Pitufina Garajera

Orkito dijo...

Observo con satisfacción que habéis seguido mi consejo. Sabía que no podía fallar.

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