QUE MONOS!!!!!

Si alguno desea pasar un año escogiendo películas que bajo ningún concepto pensaría poder llegar a ver, lo mejor que le puede pasar es venirse a vivir a mitad de la nada, donde su único elemento de ocio sea un cine de pueblo. Un cine de esos donde el cambio de cartelera es un evento sagrado bianual, lo que supone una restricción grave a tu criterio de elección.

Sentadas las bases de mi criterio elector, no es de extrañar que la pasada semana se decidiese a ver “El origen del Planeta de los Simios” (2.011, Rupert Wyatt). He de decir, en aras de ser justo, que este año lo reducido de la oferta, puede estar afectando a mi buen criterio, ya que de nuevo me he quedado gratamente sorprendido.

Puede ser que me haya influido lo mitificada que tengo a la original, aún recuerdo, tardes de sofá con mi abuelo Milucho oyendo gritar con desesperación a Charlton Heston arrodillado frente a la Estatua de la Libertad. Hecho que me arrastró a un maratón de 10 horas viendo las 5 primeras, de las que hemos de decir que tercera, cuarta y quinta son casi grotescas.

Explicaciones al margen, esta última es muy digna y en ocasiones hasta llega a emocionar, superando con mucho el, a mi juicio, vano intento del maestro Tim Burton por recuperar la saga. La peli es vibrante y con muy buen ritmo, aunque la verdad sea dicha los simios podrían estar más logrados.

Aún pudiendo caer en el rompepelotismo, creo que la marca de nacimiento de César (mono protagonista), sufre algún que otro cambio de ubicación, y esos detalles no son pecata minuta para algunos como el que escribe.

Nunca creí que podría llegar a pasar, pero James Franco se está convirtiendo en un actor decente, por lo menos si nos quedamos con sus últimas elecciones de papel.

Una tarde con tu abuelo viendo gritar a Charlton Heston con desesperación es imposible de igualar y no tiene precio, pero a falta de pan buenas son tortas.

PRETENCIOSAMENTE VUESTRO
PITUFO FILÓSOFO