viernes, 24 de diciembre de 2010

ES LO MISMO PERO NO ES IGUAL

El Insigne director de la Real Academia de Cinematografía, otrora director gamberro y medio heavy, Alex de la Iglesia, acaba de estrenar su última película “Balada triste de trompeta” (Álex de la Iglesia, 2.010). De antemano, cabe decir que es una película completa y recomendable para los que nos gusta lo que Álex ofrece.



Ya es extraño ver que alguien se preocupe por ofrecer unos títulos de crédito tan cuidados con los de “Balada triste de trompeta”, perfectamente acompañados por una banda sonora trepidante, y juntos constituyen un tándem que deja entrever lo que a continuación nos espera. De igual modo una fotografía lúgubre ayuda a crear una eterna neblina setentera que ayuda mucho a la ambientación general.

En Balada triste, Álex nos ofrece más de lo mismo en cuanto a lo que se refiere a su estructura narrativa. Dos anti-héroes, un desarrollo central y una finalización grandiosa, a poder ser en algún monumento o edificio emblemático. Asimismo, no puede faltar la escena final con los anti-héroes sentados uno frente a otro con cara de tonto, en lo que se ha convertido en un clásico del cine como las escenas desde dentro del maletero de Tarantino. Y es que a este nivel las películas de Álex, son como un capítulo de los Simpson, la estructura es siempre la misma, pero casi siempre funcionan.


También es más de lo mismo en la selección del elenco, es casi la misma que un capítulo de Plutón verbenero, donde destacan por su naturalidad en lo antinatural Carlos Areces y Antonio de la Torre, que paso a paso se está convirtiendo en algo enorme.

Es lo mismo también, en ser de los pocos que se preocupan de cuidar los efectos en el cine nacional.

Pero a pesar de todo esto, no es igual, ya que ese humor negro gamberro parece haberse esfumado con los kilos de Álex, y “Balada triste de trompeta”, es un drama sin tapujos ni adornos.

Tampoco es igual, ya que el hilo de la película es la Guerra Civil y la posguerra, pero esto no es una de esas otras 3.000 películas, si no que estos forman un narrador omnisciente perfectamente integrado.

Por todo ello “Balada triste de trompeta”, es más de lo mismo pero no es igual a todo lo demás.

Pretenciosamente vuestro.

PITUFO FILÓSOFO

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