viernes, 30 de septiembre de 2011

QUIZÁS EL MUNDO NO ESTÁ PREPARADO PARA ESTO

Esta fue la primera frase que se pasó por mi cabeza al salir del cine en el que se proyectaba “La piel que habito” (2.011, Pedro Almodóvar). Es más, he de reconocer que es la frase que se pasa por mi cabeza en casi todas sus películas, supongo que esto mismo le pasaría a mucha gente en la época de Buñuel o Truffault, y su contribución a la cinematografía moderna es innegable.


De la peli me gusta casi todo, pero sobre todo el hecho de ver a Almodóvar haciendo un thriller médico, ya que a priori parece el género más alejado a su idiosincrasia, si bien es cierto que arrima el ascua a su sardina y la obra finaliza siendo completamente almodovariana. En ella, un cirujano plástico con una vida complicada y atormentada por las desgracias personales, decide focalizar su megalomanía en crear una mujer a su antojo con la que intenta solapar sus pérdidas.

También me gusta, Antonio Banderas (nunca creí que viviría lo suficiente para decir esto), fundamentalmente por hacer todo lo contrario a lo que en él es habitual, es decir abandona el histrionismo, la sobreactuación y el aire de chuloputas dominicano, que lo mostraban como el hijo bastardo de Chayanne y Ace Ventura, adaptándose a la naturaleza del cabrón con pintas que interpreta.


Pero sobre todo me gusta el guión, como en casi todas las de Almodóvar, y es que es innegable que este hombre es el mejor guionista del cine español y uno de los mejores del mundo, aunque pueda resultar exagerado a la altura del maestro Kaufman.




Pero también hay cosas que no me gustan, no entiendo el personaje del hijo del ama de llaves, ni por qué extraño motivo tiene que ser brasileño, es innecesario y poco creíble, lamentable. Tampoco me gusta elección de la fotografía de la cinta, es la habitual de Almodóvar, y creo que esta peli exigía algo más de oscuridad.


Pero lo importante de la peli es todo lo que no se cuenta en este artículo, y que a la vez es lo que hace que quizás el mundo no esté preparado para esto.


PRETENCIOSAMENTE VUESTRO
PITUFO FILÓSOFO